Ainara Muruzabal es maestra, formadora y autora del blog Aprenderlachispa.
¿Cómo empezó tu andadura en el ámbito de la educación?
Yo soy ingeniera agrícola, pero siempre he trabajado con niños en extraescolares de todo tipo, ludotecas, campamentos, clases particulares… Y ya desde entonces buscaba otro tipo de educación… Porque toda mi vida he visto que la educación es el camino.
Me acuerdo que empecé a buscar escuelas alternativas y, al escribirles, me trataban de loca por ser ingeniera. Entonces, cuando pude me metí a Magisterio Musical y al mismo tiempo me puse en contacto con Tximeleta, con la que colaboré unos años.
¿Y después?
Durante la época en la que estuve en Tximeleta me dijeron que venían unas personas muy interesantes a una charla: Mauricio y Rebeca Wild. Así que fui a su charla y vi el vídeo de su escuela en Ecuador (el Pesta) y me dije.. ¡Si esto es lo que estaba buscando y existe! Y a partir de ahí ya empezó la búsqueda.
Supongo que entonces empezaron tus viajes…
Sí. Empecé haciendo las prácticas de Magisterio en Nicaragua, y luego he pasado por Ecuador, Colombia, México… He visitado también escuelas en Finlandia, Holanda, Marruecos… Este verano he estado en India, donde he visitado más de 15 escuelas…
¿Siempre a nivel personal?
Yo siempre me he movido por mí. Muchas veces me han tratado de loca y ahora que me dicen… ¡qué suerte! Y yo les digo que no es cuestión de suerte. Llevo 15 años haciendo mi propio recorrido, en condiciones de todo tipo. He pasado por todo. Por eso, entiendo a los de la pública y entiendo a las escuelas alternativas… Me siento puente de todo. También es cierto que para transformar la pública hay que aprender de los que lo han hecho antes, y las escuelas alternativas o escuelas en otros países llevan años en esta transformación.
Imagino que Aprenderlachispa es uno de tus proyectos más personales… ¿Cómo empezó todo?
Todo empezó con mi viaje a México. En este caso fui allá a hacer las prácticas de Montessori, y cuando vi que allí había muchísimas experiencias y que incluso había escuelas Montessori de 50 años de recorrido, decidí que necesitaba seguir viajando… Y llegó un punto en el que me dije que quería compartirlo. Después volví, y seguí escribiendo.
¿Y ahora?
Después de viajar y de mi experiencia en Alavida (donde también estuve trabajando como acompañante de primaria) quise volver a Pamplona, a mi sitio y ver qué pasaba. El primer año vivía aquí a la vez que trabajaba en Madrid dando unos cursos. Entonces, me di cuenta de que donde hay que trabajar ahora es con los adultos. A mí me encanta trabajar con los niños, pero ahora me toca trabajar con los adultos. Porque con la formación de los adultos se transforma la Educación.
Después de esa experiencia quise compartirlo aquí, así que nos fuimos directamente al Departamento de Educación a ofrecer la formación. En ese momento (2011) les interesó mucho, porque querían apostar por pedagogías activas, trabajo por proyectos y comunidades de aprendizaje. Sin embargo, estos cursos son vivenciales, necesitan de un espacio y unos materiales concretos. Las chicas de la ludoteca de Huarte se encontraban también en un momento de cambio, de transformación de la ludoteca, así que decidimos unir ambos proyectos.
La formación es muy importante.
Mucho, porque los maestros muchas veces tienen ganas e ilusión, pero no saben cómo hacerlo, les faltan herramientas. Por eso la formación es tan importante, porque se puede aprender de experiencias reales y poco a poco hacerlo propio. Pero sin duda, se empieza por el cambio de mirada hacia la infancia.
¿Ha habido un cambio de mentalidad en este sentido?
Sí. De hace unos 5 años a ahora se nota. Ahora se ven cambios en la Educación Pública, incluso en la sociedad se habla de esto. Es el momento del cambio. Pero como todo, lleva su proceso.
De ahí que acompañes también a escuelas…
Creo que acompañar a las escuelas es muy importante. Cuando yo empecé en esto apenas había formación, así que fuimos aprendiendo como podíamos. Ahora quiero compartir todo esto, acompañando a las escuelas igual que acompañamos a los niños; desde su lugar, sus necesidades, sus ritmos y con un reto a cada paso.
El primer año que pusimos en marcha la transformación de la ludoteca, acompañe a las educadoras que al año siguiente pudieron hacerlo ya solas y a partir de ahí, he acompañado a otras escuelas que se encontraban en ese mismo proceso de cambio: García Galdeano, Mendigoiti… A cada una desde donde está.
¿Qué les dirías a todas aquellos maestros y escuelas que se encuentran en este punto?
Que el cambio comienza en uno mismo, con un cambio de mirada hacia la infancia. Para eso hay que formarse, conocer otras realidades y estar abiertos a la transformación interna. La transformación de la escuela viene dada por una transformación de las maestras que allí están, y como toda transformación, es un proceso lento y que requiere de gran esfuerzo; pero a su vez es un cambio que trae mucha riqueza a todos los niveles. Y la buena noticia es que ahora es mucho más fácil formarse e ir a conocer otras realidades.
Sobre todo recordarles que están trabajando con lo más precioso de la humanidad, la infancia, y que si nos abrimos a los niños se convierten en nuestros grandes maestros.
Abrazos Ainara, palabras que no se me olvidan «Ainara tu eres del mundo» y quien las dijo.
Sé que siempre hay obstáculos , pero la satisfacción es grande.
Sin duda, unas palabras muy bonitas, María Dolores. Gracias por tu comentario. ¡Un saludo!