Las posibilidades del dibujo son infinitas, tantas como tu imaginación te lo permita. Porque la creatividad, no tiene límites. Y para ello, sólo necesitas una cosa: el lápiz.
Una niña encuentra el extremo de una línea que, al avanzar las páginas, se transforma en resbaladilla, liana, aro, burbuja o tendedero para colgar los juguetes. Esa línea es el trazo que alguien hizo con una crayola o un lápiz; pero es también guía y objeto de diversión, invención y creatividad.
Una sencilla y divertida historia de una línea a la que una niña le da vida, otorgándole el poder de imaginar, soñar, jugar, descubrir, vencer y sonreír. ¿Qué descubrirá? ¿De donde vendrá aquella increíble línea delgada?
Coge el lápiz y deja volar tu imaginación.
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