La diversidad complementa y enriquece, tal y como demuestra la historia de Monstruo rosa, un cuento sobre el valor de la diferencia.
Antes de nacer ya era diferente a los demás. Era rosa y los demás, blancos. Monstruo Rosa era grande y los demás pequeños… Hasta que un día, se atrevió a buscar otro lugar.
Frente a un mundo blanco y aburrido en el que las diferencias son vistas como obstáculos, Monstruo Rosa descubre un lugar lleno de color en el que todos tienen algo especial que les hace únicos: como Bicho Pelota, que en lugar de andar rodaba sin parar o Monstruo Azul, que gracias a sus largos brazos podía dar grandes abrazos. Todos y cada uno de ellos son felices, porque se sienten parte de ese lugar y pueden ser ellos mismos.
Un lugar donde todos tienen cabida.
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